Breve Historia de la Iglesia en La Granja
Son muchas las maneras de visitar La Granja: unos vienen por contemplar las fuentes, los jardines, la Colegiata y el palacio; otros se acercan para visitar la fábrica de cristal, el museo del vidrio, las salas de exposiciones, y para disfrutar de su entorno. Tanto unos como otros, después de admirar y llevarse grabada en la retina de sus ojos y en el celuloide de sus cámaras video-fotográficas parte del legado artístico cultural que nos dejaron nuestros antepasados, vuelven a su lugar de origen satisfechos de todo lo que han visto, pero desconocedores de otras maravillas que existen.
La Granja, desde sus orígenes, desarrolló su convivencia en torno al Hecho Religioso y lo expresó en formas de vida «comunitaria» con un gran sentido religioso-social, naciendo de él las hermandades y cofradías:
«Cristo del Perdón», «Virgen de la Soledad», «Virgen de los Dolores», «San Ildefonso», «San Roque», «San Juan Nepomuceno», «San Isidro», «El Patrocinio», «Orden de Terciarios Franciscanos», «Animas», y más reciente, «Cristo de los Alijares».
Cada una de ellas con sus peculiaridades, sus fiestas, sus imágenes y, ante todo, al hacerse presente en las necesidades de los hermanos y cofrades, «lograban» sus fines.
Si bien muchas han desaparecido, otras han quedado recordándonos sus mejores tiempos y dejándonos su presencia hecha orfebrería, pintura, escultura, tapicería, etc….
Mención aparte merecen la Insigne y Real Colegiata Parroquial de la Santísima Trinidad, su Abadía y su Cabildo.
El 20 de Diciembre de 1724, el Papa Benedicto XIII expedía en Roma la Bula de erección de la Colegiata «Dum Infatigabilem», con categoría de sede Episcopal y la dotaba de un Abad con jurisdicción «quasi episcopal» sobre un territorio que comprendía:
San Ildefonso, Valsaín, Revenga, Las Navas de Riofrío, Trescasas, Sonsoto, Palazuelos, Tabanera, Ntra. Sra. del Robledo y Santa Cecilia.
El 23 de Enero de 1874, siguiendo las directrices dadas por la Bula «Qua Diversas», expedida en Roma por el Papa Pío IX, en Julio de 1873, se dictaba el correspondiente `Auto de Supresión» de todas las Abadías «quasi episcopales», quedando vinculadas a las diócesis correspondientes.
La presencia espiritual, asistencial y cultural de la Colegiata y su Cabildo por medio de los Abades-Obispos (16) y sus cientos de Canónigos fue grande en el período entre estas dos fechas (150 años), dando lugar a esplendor religioso, litúrgico, cultural.., como lo testimonian los legados que nos trasmitieron y que como testigos silenciosos tinas veces, y hablándonos al interior del corazón otras muchas, han estado y están presentes en nuestra comunidad cristiana.
Nuestra Señora de Los Dolores
La iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, situada en la plaza del mismo nombre, (la plaza del pueblo) combina a la perfección los materiales utilizados en su construcción.
Se construye debido a la devoción popular en el año 1739; dos años después de que se creara la Hermandad, siendo una pequeña ermita que se levantaba delante del hospital.
Lo que conocemos ahora es un bello templo de influencia italiana, proyectada por Miguel Núñez en el año 1764, mediante un permiso que Isabel de Farnesio, en aquél entonces Reina Madre, concedió para ampliar la Capilla.
La Fachada está compuesta por un cuerpo central con vanos adintelados rematada en un frontón triangular. Es sencillo y sobrio, sin adornos de ninguna clase, siguiendo el estilo que en ese momento imperaba en la arquitectura española.
En los laterales se situan dos torres cubiertas con chapitel.
Conserva entre sus bienes, el retablo mayor, con una imagen de la Virgen de los Dolores (patrona de San Ildefonso) del escultor Salvador Carmona, fechada en 1743.
Iglesia del Rosario
Situada en la calle de la Reina, a escasos metros de la plaza del pueblo, también es conocida como iglesia del Cristo por la gran devoción que se mantiene al Cristo del Perdón, obra de Luis Salvador Carmona, del que se conservan otras siete imágenes.
En 1724 se fundó en San Ildefonso la Cofradía de los devotos a la Virgen del Rosario, pero no es hasta 1738 cuando comienza a levantarse esta iglesia por Subissati en el año 1738, gracias al apoyo de la esposa de Felipe V, Isabel de Farnesio, por lo que se nota la influencia italiana.
La fachada sigue esquemas barrocos, tanto en su concepción general como en la perspectiva de cierto movimiento en sus líneas. Sin embargo su aspecto es severo y depurado, ajustándose a esa corriente de arquitectura mucho mas sobria de la escuela romana.
Iglesia de Pio XII
También llamada Iglesia del Convento o de Santa Isabel.
Situada en la calle de Baños, a escasos metros de la plaza del pueblo, esta Iglesia fue construida en el siglo XVIII con elementos propios del estilo neogótico.
Esta iglesia es lo que se conserva del Convento de la Orden de Religiosas Franciscanas de Nuestra Sra. del Triunfo fundado en 1859 y promovido por la reina Isabel II.
Se trata de un edifico de nave única, cabecera con tres ábsides que no se trasdosan al exterior, torre a los pies y entrada lateral al Oeste. Los muros están fabricados con sillares de muy buena calidad y la cubierta es de pizarra. De su interior destaca la armadura de madera totalmente pintada que cubre la nave.
También la he oido nombrar por la Iglesia del Mundo Mejor.
Iglesia de San Juan Nepomuceno
Situada al comienzo de la calle del Rey, a escasos metros de la entrada de los jardines.
Ermita de San Ildefonso
Se encuentra dentro de los Jardines del Palacio Real.
Fue contruida bajo el reinado de Enrique IV de Castilla, que mandó levantar una ermita bajo la advocación de San Ildefonso, en agradecimiento por la intercesión del santo en un lance con una fiera.
Los Reyes Católicos donaron la casa y la ermita de San Ildefonso a los monjes jerónimos de El Parral de Segovia, quienes establecieron aquí una granja para solaz y descanso.